Afganistán: Una perspectiva muy personal

Afganistán: Una perspectiva muy personal

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Son muchos los amigos que piden mi opinión sobre la situación en Afganistán, la razón es clara: yo y mi gusto (¿o necesidad?) de publicar asuntos personales en las redes, mostraron que trabajé en esa región desde el año 2011.

Puse en el título “una perspectiva muy personal” porque es eso, lo que leerán aquí son comentarios de mi experiencia con amigos, lugares, trabajo, vivencias, comida, conversaciones, todo lo que me tocó vivir en estos diez años. Leo las redes y cada persona tiene una lectura muy propia de esta realidad, lo cierto es que dudo mucho que todos lleguen al mismo criterio ¡Vamos! Ni cuando están difíciles las cosas en nuestros países, existe un solo criterio acerca de lo que está pasando, la historia, creo yo, es casi una ciencia que busca encontrar las relaciones causales más acertadas.

Pensé mucho en la forma cómo iniciar estas palabras (además del párrafo anterior) y considero que una forma interesante es comenzar por mi entendimiento de la palabra “Talibán”. Para poner un contexto, Afganistán es el pueblo de los Afgans, Tajikistán es el pueblo de los Tajik y Uzbekistán es el pueblo de los Uzbek; digamos, Boliviastán sería el pueblo de los bolivianos, Chilestán el de los chilenos y Argentinastán el de los argentinos… ¿Puede ver cómo va la mano? Por tanto, para entender la palabra Talibán, la pregunta correcta es ¿Qué es un Talib? No es difícil encontrar en el internet que Talib es una palabra árabe con la que se denomina a una persona que “busca la verdad”, entonces, “Talibán” será un conjunto de personas que desean encontrar la verdad, algunas personas asocian esta búsqueda de la verdad con bases religiosas. Por ello, usted encontrará una traducción (torpe desde mi perspectiva) de “Talibán” como “estudiantes”. Quizás ahora quede evidente que no existe algo así como “talibanes”, porque desde su etimología, “Talibán” es un grupo de personas referidas como “Talib”.

También es útil mostrar el orden cronológico de algunos hechos históricos, éstos los obtuve de un buen libro recomendado por mi buen amigo afgano F., el nombre del libro es “A brief history of Afghanistan” de Shaista Wahab y Barry Youngerman. La siguiente línea de tiempo muestra algunos hechos históricos relevantes durante los últimos 120 años. El período de monarquía comienza con Habibullah Khan, invito a leer esta parte de la historia, es apasionante y tiene como eje central la búsqueda de su independencia con el rey Muhammad Zahir como uno de sus principales líderes ya que gobernó el país por 40 años; este período termina con un golpe de estado y la proclamación de Muhammad Daoud como presidente.

La primera república en el país dura hasta el año 1979, cuando inicia lo que los autores llaman el “Afganistán Soviético” donde el presidente enfrentó una seria oposición interna y termina el año 1989 (muy en línea con la época de cambios) cuando en el acuerdo de Ginebra se determina el retiro de tropas soviéticas que se hace efectivo hasta el año 1992. Estos años se caracterizan por tremendas luchas internas que muchos amigos afganos la recuerdan como “la guerra civil”. Este conflicto termina el año 1996 con el ascenso de los Talibán, período que duró hasta el año 2001 y que tampoco estuvo exento de fuerte oposición interna. El último período (que llamo Era Aliada en alusión a la presencia americana y europea en el país) comienza el año 2001 con la llegada de las tropas de occidente (luego de los eventos en las torres gemelas) y termina este 2021, con las noticias que inundan las redes.

La relación de hechos que acabo de hacer no pretende, de ninguna manera, resumir la historia de un país, solo busca ordenar las fechas y actores más importantes. Antes de concluir con este recuento histórico, quisiera hacer una parada con “Ahmad Shah Massoud”, él fue una figura central en la guerrilla de resistencia durante la era soviética y prominente político hasta su muerte el año 2001. ¿Por qué llamo la atención sobre esta persona? Porque es muy querido y respetado por el pueblo de “a pie” en el país, cuando visitaba un mercado, un puesto de vigilancia, una tienda de artesanías o iba en taxi, no era raro encontrar su fotografía; no en vano un buen amigo se refirió a esta persona como el “Che Guevara afgano”. Ambos llenos de contradicciones, con muchos seguidores y detractores, pero, no cabe duda, con una gran marca histórica.

Quiero ahora tocar el tema de la religión, aunque deba navegar en aguas turbulentas, creo que es necesario. Comenzar con un texto que leí a la entrada del maravillo museo de Topkapi en Estambul: “Un Dios, dos profetas”, en referencia a que en el mundo musulmán a Dios le llaman “Alá” y al mismo Dios en el mundo cristiano le llamamos “Jehová”, con dos profetas: Mahoma y Jesús. Ahí surge la diferencia, en el mundo cristiano Jesús es el hijo de Dios, en el mundo musulmán Jesús es respetado y reconocido, pero como profeta, siendo el profeta mayor Mahoma.

El Corán y la Biblia comparten lo que el mundo cristiano llama “Antiguo Testamento”, por ejemplo, el mundo musulmán reconoce en su historia a Abraham y David. No son pocas las veces que conversé con amigos afganos (colegas de trabajo, chóferes, guardias, etc.) sobre estos temas y aún me retumban las sabias palabras de mi gran amigo y compañero de trabajo, el Ing. Z., él cierta vez me dijo: “Un buen musulmán actúa igual a un buen cristiano” porque los principios de respeto, amor, tolerancia, son universales. Dicho sea de paso, el Ing. Z. tuvo la gentileza de regalarle a mi Santi la típica ropa afgana que pueden ver a continuación.

¿Qué pienso de la situación actual? En principio, tomé contacto con muchos amigos afganos y me dicen que, como es usual, la situación no es tan grave como la muestran los medios. En efecto, como en cualquier cambio político abrupto hay excesos, sino recuerde a Bolivia el 2002, 2003 y 2019… sendos cambios de gobierno con problemas de uno y otro lado. Sin embargo, hay mucha expectativa de lo que pueda pasar, muchos de ellos (mis amigos) coinciden que quizás lo único cierto es la incertidumbre, pero si se cumplen las promesas que hasta ahora se hacen, sobre un gobierno inclusivo, amplia participación y diálogo, no creo que la cosa debiera tomar un rumbo equivocado, pero claro, este pronóstico conlleva un alto grado de incertidumbre.

¿Por qué abrigo esperanza? Porque entiendo que la nueva generación de Talibán tiene más experiencia política, considero que ya tiene un plan de gobierno más estructurado, tiene en sus filas gente educada en la gestión pública y, por tanto, no se apoyará únicamente en una estructura radical religiosa, como me cuentan fue en el pasado. Los Talibán actuales mencionaron que se respetarán los derechos de las mujeres en el marco de la ley del islam. Esto levantó mucha susceptibilidad en occidente, dado que algunas personas entienden que esta ley implica serias restricciones para las mujeres. De acuerdo con mi experiencia, ello no es así. Conocí muchas familias, en la ciudad y el campo, donde la mujer juega un rol central en el hogar, hay mucho respeto entre las familias y, lo que me llamó la atención, es que un matrimonio no es solamente la unión de dos personas, si no, la unión de dos familias, por ello, los hombres recién casados deben respetar a su esposa porque ello, implica, además, un respeto por su familia. Sobre estos temas tengo muchas reflexiones, pero este post sería interminable, me quedo con una: cuando en occidente un hombre asesinó a una mujer (feminicidio) la noticia es “hombre comete feminicidio”, cuando sucede lo mismo en Afganistán, la noticia llega como “musulmán asesinó a su mujer”, este tipo de sesgos, la verdad que no ayuda.

Considero que es una oportunidad histórica para que el país tome las riendas de su propio destino, con base en el diálogo, la tolerancia y aplicando recetas económicas hechas en casa. En estos diez años me tocó trabajar estudiando el potencial económico del país y, les cuento, es gigante. Gracias a que el país está “a los pies” de una maravillosa cadena montañosa (que comienza en los Himalaya) tiene “mucha agua” (ver la foto que tomé desde el avión del llamado “Salang Pass”) y, por tanto, el potencial en la agricultura y generación hidroeléctrica es generoso.

El país tiene muchos recursos naturales no renovables en minería y gas natural que pueden ser muy bien aprovechados. En el norte (Mazar y Sheberghan) hay campos de gas (ahí me ven en una foto) que pueden ser aprovechados por la industria de la región. Aún todo es muy artesanal (como se ve en la otra fotografía) pero creo que una adecuada estrategia, podría incrementar la eficiencia de la industria y las plantas de procesamiento a través de mayor inversión. Vamos, una de las razones para no invertir en el país era el temor a los conflictos internos, pero eso parece (al menos en teoría) un tema solucionado.

Será hora, quizás, de retomar uno de los proyectos más ambiciosos del país (con el que comencé a trabajar) y es el gasoducto TAPI (Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India) que de concretarse puede significar un salto importante en el PIB del país. Turkmenistán tiene una de las reservas más grandes de gas en el mundo y, tanto Pakistán como la India, son mercados gigantes. Hasta ahora el problema era el paso por Afganistán en especial, por Kandahar (ver mapa), pero ahora ése ya no sería un tema difícil. El tema es ¿Quién financia esos 12 billones de USD para la construcción del ducto?

La última vez que estuve por Kabul fue el año 2019 (vea la foto) y me sentí muy bien, ciertamente había en las calles el nerviosismo clásico, pero aun así pude pasear con Mr. Jack (también en la fotografía). Ahora bien, yo pude pasear “a mis anchas” porque son muy parecido al afgano promedio, quizás lo único que llamó la atención en ese momento (el de la foto) es la polera “occidental” que compré, hace más de diez años, a mi buen amigo @betocomics.

Estimado lector, si llegó hasta aquí, le agradezco. Salió un texto largo y es porque podría hablar sobre el país “horas de horas”, dado que me dio mucho y al que le deseo mucho éxito y paz en el futuro. Es una oportunidad de oro que no puede ser desaprovechada y solo espero que la injerencia internacional, de uno u otro lado, solo sea para ayudar a que este país tan golpeado y tan valiente, encuentre un camino de prosperidad para sus habitantes. A mis amigos afganos quiero decirles que los recuerdo siempre y que este único Dios que nos cobija, Alá para ustedes y Jehová para nosotros, nos de salud, amor y paz.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz, agosto 21 de 2021

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