Análisis numérico de la última adenda al contrato de exportación de gas Bolivia-Argentina

Análisis numérico de la última adenda al contrato de exportación de gas Bolivia-Argentina

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Yo soy un firme creyente que no existen los resultados donde todos ganan, el llamado “win-win”. En jerga técnica, creo que vivimos en un mundo de constante equilibrio paretiano, en el cual si alguien “gana” otro “pierde”.

Vamos con un par de ejemplos: 1) si usted acuerda un gran contrato de abastecimiento de leche a un buen productor de mantequilla, quizás ambos resulten ganadores (él compra más barato y usted logra sus ventas); sin embargo, quien pierde será el antiguo abastecedor de mantequilla… a él el acuerdo “win-win” que usted acaba de firmar será de completa pérdida. Vamos con el segundo ejemplo, si usted elimina la corrupción, probablemente gane usted y su vecino, pero quien perderá será el corrupto… porque vamos, se le acabó el negocio.

Y así la vida mi buen amigo, es un constante análisis de quiénes ganan y quiénes pierden. Sobre todo, en materia de política pública. De hecho, cuando me invitan como consultor a un determinado país, la primera pregunta que hago es: ¿Quién pierde con esta política? Y la segunda: ¿Qué poder tienen los que pierden?

Dicho esto, me llamó la atención que, como resultado de la nueva adenda al contrato de exportación de gas natural entre Bolivia y Argentina, los gobiernos de ambos países mencionen que salieron “ganando”. Había algo que no terminaba de cerrar. Por eso hice mi tarea y comparto con ustedes algunos resultados.

Quiero tocar 3 temas importantes de esta adenda:

  1. La disminución de la garantía de recepción por parte de Argentina
  2. El incremento del precio de venta de 15% para determinados volúmenes
  3. El nuevo precio del gas “ligado” al precio del LNG

La siguiente gráfica presenta el acuerdo de recepción de volúmenes antiguo, el llamado “take or pay”, como se observa, es creciente y cercano a los 20 millones de mcd.

¿Cuánto compró Argentina? La siguiente figura muestra que la importación de gas de Argentina (en rojo) estuvo cerca del take pr pay. Sin embargo, a finales del año 2018, dicha importación cae notablemente.

¿Qué hizo la adenda? La siguiente Figura muestra que la adenda disminuye los volúmenes del take or pay de la línea azul a la línea verde. Por esta disminución Bolivia dejaría de percibir en estos dos años sería la diferencia entre ambas líneas. Naturalmente bajo el gran supuesto (realmente grande) que Bolivia sí hubiera podido entregar los volúmenes de la línea azul. Con un precio de USD 6.0, esta diferencia (“pérdida” para Bolivia) alcanza USD 958 millones.

Bien, también la adenda establece que durante algunos meses y para volúmenes adicionales, el precio de venta del gas será 15% mayor al anterior. Ello da una “ganancia” para Bolivia de USD 12 millones.

Finalmente, también para algunos meses y volúmenes adicionales, el precio de exportación es igual al precio del LNG en Argentina + 80 centavitos. Entonces la pregunta es ¿Qué tan distinto es el precio de exportación desde Bolivia respecto del LNG? En promedio se observa que el precio del LNG es 1.4 USD mayor al precio del gas boliviano, si a ello se suman los 80 centavitos, hablamos de un precio mayor de más o menos 2.2 USD. Esta diferencia significa una “ganancia” para Bolivia de USD 171 millones, si a ello le añadimos los USD 12 millones anteriores tenemos un total de USD 183 millones (cifra muy parecida a los USD 200 millones anunciada por el gobierno boliviano).

En resumen y siempre desde la perspectiva boliviana:

  1. Por menor take or pay: se deja de recibir:USD – 958 millones
  2. Por un precio 15% más alto se reciben:     USD +   12 millones
  3. Por vincular al precio del LNG se reciben: USD + 171 millones

Entonces tenemos un saldo de USD -775 millones (un saldo negativo), con un precio de 5.0 esta diferencia es USD -617.

Ahora bien ¿Fue esta adenda perjudicial para Bolivia? La respuesta inmediata sería: sí. Dado que el saldo es negativo. Sin embargo, de no haberse negociado menores volúmenes de entrega ¿Bolivia hubiera estado en la capacidad de entregar los volúmenes inicialmente acordados? ¿Cuál hubiera sido la multa que Bolivia habría pagado? Son preguntas que quizás las responda en otro post.

Para finalizar anticipo que debo un post a un hombre excepcional que nos dejó hace algunos días atrás, el Ing. Herbert Müller. Es una promesa pendiente y que quiero cumplirla como él se merece.

Un abrazo mis queridos amigos.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

Islamabad, 19 de febrero de 2019

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