La increíble historia de la cándida Bolivia y los cinco días «desalmados»

La increíble historia de la cándida Bolivia y los cinco días «desalmados»

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Ya imagino el cuadro. Déjeme comenzar comentándoles cómo es la sala donde usualmente se realizan las sesiones de gabinete en el Gobierno de Bolivia. En el segundo piso del Palacio de Gobierno existe un ambiente, más bien rectangular, donde una larga mesa de madera ocupa más del 60% de éste. Varias entradas comunican con el corredor del Palacio (que a su vez tiene vista al hall principal) y también se advierte una pequeña puerta, contigua a la silla Presidencial, que comunica con un diminuto ascensor privado (de hecho, allí no caben más de tres personas). Pocas ventanas , pobre iluminación artificial (al menos así era en mi época), muebles y cuadros antiguos y sillas bastante cómodas, son el escenario perfecto para debatir los problemas sustantivos del país.

Quizás que en un entorno parecido, con el ruido de los petardos de fin de año, el 31 de diciembre del año 2010 el Presidente Evo Morales y su Gabinete discutían (preocupados) la implementación de una de las medidas más agresivas – socialmente claro – de sus dos gestiones de Gobierno, el mentado gasolinazo. Era la primera vez que una decisión de política pública no tenía al frente a Petrobrás, Repsol, los EEUU, lo italianos de ENTEL o la oligarquía criolla tradicional, no, en esta oportunidad, era su base electoral la que estaba, francamente, enfurecida. Como es usual en las reuniones de Gabinete, con alta probabilidad habían dos grupos claramente definidos: por un lado lo que querían mantener la medida «a cualquier costo» y por otro, aquellos que deseaban revertirla. Por supuesto, sólo las, no más de 20, personas allí presentes saben lo que pasó y el tipo de discusión que hubo, lo cierto es que finalmente se decidió revertir el, todavía reciente, gasolinazo.

Una de las características centrales  de toda esta novela – la pluma del escritor, podríamos decir – es la poca claridad en la naturaleza de la medida. Aún ahora, mucha gente me pregunta qué fue lo que pasó durante esos cinco días, no desde un punto de vista político o social por supuesto, sino, aunque parezca sorprendente, ¿qué fue lo que pasó al interior del precio de la gasolina? Antes, durante y después de la medida, funcionarios del Poder Ejecutivo explicaron sin explicar lo que efectivamente aconteció. Nivelación de precios, evitar el contrabando, mayores recursos para el Estado, mayores recursos para las regiones, beneficios para las universidades, un fondo para fomentar la exploración de petróleo, fueron algunos de los conceptos que generaron, en la cabeza de muchas personas, los mismos efectos de un buen whisky.

Entonces bien vale la pena explicar qué sucedió con el precio de la gasolina durante esos cinco días. Para ello, déjeme utilizar la gráfica adjunta, en ella presento la composición del precio de la gasolina con y sin «gasolinazo». El área negra es el margen bruto con el que se quedan las «petroleras», a diferencia de algunos comentarios de prensa no es la utilidad de la empresa, son los diez dólares por barril con el que estas empresas deben pagar los costos de operación, de capital y, si acaso existe, obtener alguna utilidad. El área verde es la parte del precio que se asigna al pago del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH)… sí, es aquél impuesto creado el 2005 que ahora se coparticipa a Gobernaciones, Municipios, Policía, Indígenas, etc. El área amarilla (bien pequeña) son los recursos adicionales que se destinan a YPFB, luego del proceso de nacionalización. La parte roja, la más importante, es el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD), dicho impuesto es pagado por el consumidor de gasolina al momento de comprarla. Finalmente el área gris son los márgenes de comercialización, refinación, transporte y el IVA.

En este contexto ¿qué hizo el gasolinazo? La gráfica es completamente clara. El gasolinazo lo único que hizo fue incrementar el impuesto al consumo de gasolina, así de sencillo y claro. El tema de que, con el nuevo precio de la gasolina se favorecería la exploración y explotación de petróleo, es una derivación muy forzada de los hechos. Releyendo con calma las declaraciones de funcionarios del Poder Ejecutivo, lo que pasaría es que, con quién sabe qué recursos, el Estado Boliviano crearía un fondo de incentivo al desarrollo de campos de petróleo. Ello, por supuesto, no tenía ningún vínculo directo con el incremento en el precio de la gasolina y diesel oil.

Por supuesto, los hechos posteriores son por todos conocidos, el precio de la gasolina regresó a su nivel inicial (aún nadie me explica quién se quedó con la diferencial del tipo de cambio) y algunos precios (transporte y determinados alimentos) igual se incrementaron… o tienden a hacerlo.

Al final del día el «desgasolinazo» fue una disminución en el impuesto al consumo de gasolina y diesel oil. Por ello, si bien me dedico a estudiar la economía energética y mi preocupación central es la poca inversión en desarrollo de campos de petróleo, considero que los hechos de diciembre debieran preocupar a mis colegas del área fiscal… parafraseando un viejo paper de economía: «esa desagradable aritmética… fiscal».

Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz, enero de 2011

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