La industrialización del gas en Bolivia: «Todos son buenos… hasta que son malos»

La industrialización del gas en Bolivia: «Todos son buenos… hasta que son malos»

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Tengo un gran amigo que usualmente utiliza la siguiente frase: «Mauri, todos son buenos… hasta que son malos», naturalmente con ello no deja de sacar una sonrisa a más de un parroquiano. Déjenme contarles que el otro día me vino a la mente esta frase dado que considero que ella se aplica no sólo a las personas, sino también, a muchas de «las cosas que hace el Gobierno»… economista al fin, a estas «cosas» les llamaré «Políticas Públicas».

Resulta que una política pública es buena… hasta que es mala y ahí surgen todos los problemas, por ello, las personas que tuvieron la fortuna (o infortunio) de pasar clases de política pública saben que, es necesario anticipar todas las consecuencias para que una idea (teórica) no se venga abajo al momento de su implementación. Es más considero que algo así podría suceder con la mentada, desgastada, maltratada, aplastada, utilizada, ultrajada idea sobre la «industrialización del gas». Debo advertir al lector no Boliviano que la discusión que planteo es «algo» local, sin embargo, bien podría aplicarse a los países productores de gas natural.

Comencemos por el argumento usual: «el precio del producto industrializado es mayor al precio de la materia prima.» Bien, asumamos por un momento que ello es cierto, entonces podemos construir la siguiente gráfica, en ella vemos que el precio de exportación del gas natural como materia prima (en celeste) es menor al precio del producto industrializado (en verde). Como, espero, hasta el momento tanto los unos como los otros estamos de acuerdo, asumamos que esta gráfica es nuestra «base» de análisis.

Ahora bien, gran parte de los proyectos de industrialización del gas que me tocó analizar así como también la Ley de Hidrocarburos, requieren o establecen que el precio del gas natural, como materia prima para ser industrializada, debe ser menor al precio de exportación de este producto, de hecho la Ley de Hidrocarburos otorga ya un número, este precio no debe ser mayor al 50% del precio de exportación. Con esta nueva información, ahora en el nuevo gráfico se observa que el precio del producto industrializado tiene inserto un precio del gas natural menor, al que le llamo «Nuevo precio del gas natural».

Cuando uno expone esta idea el contraargumento inmediato es: «pero eso no importa, porque aún el área verde (en el gráfico) compensa la pérdida por el menor precio del gas natural». Ello no es completamente cierto ¿Por qué? Porque el precio del producto industrializado debe cubrir los costos de operación y de inversión, entonces, con esta nueva pieza de información, el nuevo gráfico será el que adjunto a continuación.

En este nuevo contexto, la pregunta es si el Beneficio Final (en verde) compensa la pérdida por el precio del gas natural más bajo. Algunos dirán que sí, otros dirán que no… no lo sabremos hasta que la empresa estatal del petróleo en Bolivia (YPFB) nos muestre el análisis financiero de los proyectos de industrialización que desea ejecutar.

En todo caso un problema grande viene a continuación, resulta que las regalías e impuestos (IDH) en Bolivia son pagados utilizando el precio del gas natural como unidad de valor. Puesto que la suma de ambos conceptos (regalías e impuestos) en Bolivia alcanza la (torpe) cifra del 50%, entonces podemos visualizar este pago en los nuevos bloques azules de la gráfica siguiente. Dicho de otra forma, dado que los municipios, gobernaciones, universidades, fondos, policía, etc. reciben «el dinero del gas» del área azul, si este gas llega a industrializarse sus recursos disminuirían drásticamente (vea el nuevo bloque azul).

Y ahora viene la pregunta del millón de dólares ¿Quién se queda con el área verde (si es que ésta existe)? Para los lectores más jóvenes, sólo comentarles que lo único cierto, en el corto plazo, cuando se realiza un proyecto de industrialización es el área roja.

También dejo para los lectores más jóvenes analizar los problemas regionales, cuando las regiones productoras reciben menores regalías y el proyecto de industrialización es construido en otra región; analizar los problemas de mercado del producto industrializado ¿es realmente tan grande como se espera?; los problemas de suministro del gas natural futuro ¿cuál es nuestro verdadero nivel de reservas?… y así.

En fin, mis queridas y queridos amigos prometo no terminar el año 2013 con tan pesimista visión de algo que tiene tan entusiasmado a más de un Boliviano, luego del 25 haré el último post a manera de resumen. Por lo pronto, les deseo una linda noche del 24… que sea realmente de paz.

Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz, Diciembre 21, 2013

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