¿QUÉ PASA CON EL SECTOR DEL GAS EN BOLIVIA?

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¿QUÉ PASA CON EL SECTOR DEL GAS EN BOLIVIA?

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Circula por los medios de comunicación la noticia que Bolivia debe pagar multas por incumplimiento en la entrega de volúmenes de gas natural a la República Argentina… uff. En simple, no enviamos lo que pidieron y ahora debemos pagar. Ello, naturalmente, despertó el interés de la población y los medios por lo que está pasando en el sector.

Esta sorpresa – la falta de producción- no es algo que pueda resolverse con un par de ajustes. Quienes periódicamente seguimos al sector ya tuvimos esta “sorpresa” hace años atrás. Y era cuestión de ver las cifras. Vea la siguiente Figura, en ella presento la producción boliviana de gas desde el año 2010. Hasta el año 2014 (en verde) todo era gozo y regocijo -aunque ya había señales negativas- la producción se incrementaba y las estadísticas fluían como agua en un manantial. Luego, a partir del año 2015 (en rojo) la situación comienza a estancarse y luego a declinar… como también lo hicieron las estadísticas oficiales; los datos del año 2021 son aún preliminares, por ello, van en amarillo.

Y bueno, quizás usted se pregunte ¿y eso qué me importa? ¿me afecta de alguna manera? de muchas, respondería yo.

1. Si usted trabajaba en el sector público y de pronto “no había plata para más ítems”, lo que en jerga técnica se denomina restricciones del gasto público.

2. Si de pronto, el banco donde trabaja ve un incremento en la mora, sobre todo de empresas constructoras, ello con alta probabilidad se debe a que municipios y gobernaciones ya no reciben “tanto” Impuesto Directo a los Hidrocarburos como lo hacían antes;

3. Por último, ¿hace cuánto que no recibe el doble aguinaldo? (sí, sí, sí… sé que el 2020 se debió al COVID, pero solo ese año y no es necesariamente el 100% se debe a la pandemia).

Quise comenzar con temas micro, porque los macro – como mayor déficit fiscal, caída en reservas del BCB, mayor importación de gasolina, mayor déficit en cuenta corriente, desaceleración del PIB, multas pagadas por YPFB, adendas a los contratos con Brasil y Argentina para disminuir volúmenes – parecen muy ajenas a día al día… pero igual existen.

¿Cómo llegamos a esto?

Considero que todo el sistema del “gas y petróleo”, desde el año 2005, fue configurado para “cosechar” y no para “sembrar”.

¿Qué entiendo por sistema?

1. Bolivia tiene uno de los regímenes de regalías e impuestos más altos del mundo;

2. Un desempeño de YPFB, por decir de alguna manera elegante, desatinado (caso Catler, perforadoras chinas, etc.) y poco control por parte de la ANH;

3. Exploraciones fallidas y costosas;

4. Un marco legal desordenado -leyes por debajo de decretos y decretos por debajo de resoluciones-;

5. Precios de los combustibles subvencionados;

6. La no creación de fondos para la “época de vacas flacas” quienes recibieron recursos del IDH (gobernaciones, municipios, fondo indígena, universidades, etc.) “gastaron a manos llenas”;

7. Precios del gas natural subvencionados;

8. Incentivos que no funcionaron como se esperaban (Ley de Incentivos)

Éstos son algunos de los hechos que dañaron al sector. Probablemente otros analistas tengan muchos más. En fin… todo eso ya es parte del pasado, ahora toca ver cómo desenredar todo esto.

¿Cómo solucionar?

Yo tengo la siguiente hipótesis: los técnicos que se dedican a este sector, ya sea en el Ministerio, YPFB, la ANH u otros, saben estos y otros problemas (de hecho, mejor que nosotros) y también conocen las soluciones. Algunas las menciono aquí:

1. ¿Usted estaría de acuerdo en que todos los bolivianos tengan un saco de terno de la misma talla? Probablemente no. Hay bolivianos bajos (como yo), altos, gordos, flacos, etc. Entonces una única talla de terno “no funciona”.

Desafortunadamente esta política de “única talla” se aplica a las regalías e impuestos que pagan los campos en Bolivia (tanto de petróleo como de gas); no importa su tamaño, su economía, si venden al mercado externo o interno, todos pagan el 50% de sus ingresos brutos… ingresos brutos.

Entonces se necesita un sistema tributario ajustable a la realidad de cada campo, algo así como, distintas tallas de ternos para distintos bolivianos.

2. Si usted quiere invertir en una tienda (por ejemplo) quisiera que las reglas del juego (impuestos, permisos, etc.) duren unos buenos años. Una forma interesante para que “duren” es que estas reglas sean establecidas por ley. La razón es clara: es más difícil (o requiere más trabajo) cambiar una Ley que normas de “menor calibre”, por ejemplo, un Decreto Supremo o una Resolución Ministerial.

Imagínese si todo fuera establecido con Resoluciones Ministeriales, usted y su tienda deberán “caer” siempre bien al ministro de turno… en pocas, no hacerle renegar, porque si él reniega (el ministro digo) podría subirle los impuestos solo con un documento firmado por él mismo.

El asunto es que en nuestro país el sistema legal aplicado al sector de hidrocarburos está “al revés”, vivimos en un mundo donde muchas veces son resoluciones o decretos supremos los que priman antes que la Ley. Ello, ciertamente, no ayuda a la inversión. ¿Usted invertiría en su tienda bajo estas condiciones?

3. Cuando los productores venden el gas al mercado interno, la ganancia es negativa. Mire esta tabla del año 2020, en ella presento los precios de venta (al sector eléctrico, las redes de distribución y la planta de urea) de los productores al mercado interno y la ganancia obtenida. Como se observa en la Tabla (con un proceso de net-back) si a dichos precios de venta del gas restamos transporte, impuestos, regalías y costos, los resultados son absurdamente negativos.

Entonces, no existe, por parte de los productores, el incentivo central para vender a nuestro mercado: una ganancia razonable. Por ello es necesario eliminar, gradualmente, la subvención al precio del gas natural que es vendido al mercado interno. ¿Duele? Sí, pero considero que debe hacérselo.

Así podría seguir por mucho tiempo con otros temas más, pero no quiero cansarle.

¿Quiénes podrían comenzar el cambio?

Retomando lo dicho anteriormente todos estos problemas (y más) son ampliamente conocidos por los técnicos del país, tanto del sector público como del privado. ¿Entonces por dónde viene el cambio? Ahí surge mi hipótesis: el cambio proviene de la parte política… de los “políticos”. De nada sirve que los técnicos promuevan el cambio estructural (porque eso es lo que se necesita) si no existe la voluntad política.

Pero bueno, no es cuestión de lanzar la pelota a los políticos y que ellos lo resuelvan, al final del día es necesario el apoyo de la gente también. Por eso, una consecuencia de mi hipótesis es que las medidas que se deseen tomar deben dialogarse con la gente. Muchos técnicos del sector me critican están posición: “Mauricio, son temas técnicos que la gente no necesita saber”. Creo yo que la mano no va por ahí, por ejemplo, es imposible quitar el subsidio sin un mínimo de diálogo con las personas.

Resumiendo la hipótesis en una ecuación:

Cambio Estructural (necesario) = Voluntad política + Diálogo con las personas

Sé que este post salió más largo de lo normal, pero también creo, que los temas aquí discutidos son igual de importantes. Les deseo un excelente comienzo de semana.

Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz 7 de noviembre del 2021

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