Adiós Maestro

Adiós Maestro

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(Artículo que pronto será publicado en la edición impresa y digital de la revista Petróleo & Gas de la CBHE)

Aún retumban en mis oídos las muchas veces que el Ing. Herbert Müller me saludaba con dos de sus expresiones favoritas: “¿Cómo le va Maestro?” o “Gran Mauri ¿Qué ha sido de su vida?”. A lo que yo respondía, siempre, con un: “¿Cómo está Ing.? Retumban esas palabras porque sé que ya nunca más las escucharé y eso me apena mucho. Porque el Ing. Müller no solo era el Maestro (pese a que él llamaba así a los amigos) de muchos de nosotros, también fue el amigo que siempre estaba dispuesto a construir de forma conjunta. Ése su espíritu joven hacía que de toda charla casual salía un proyecto, una idea a desarrollar, un evento que construir… un país a seguir (re) construyendo.

A modo de reseña, quisiera mencionar que Herbert Müller fue Ing. Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés con una maestría en Administración de Negocios del American Graduate School of International Management. Esta formación guiaría, creo yo, la visión del mundo que tenía el Ing. Muy ceñida a los datos “de la realidad” como decía él, muy propia de su grado en Ingeniería; pero con un fuerte enfoque en las finanzas y el quehacer económico del país. Sin embargo, no me cabe duda de que, además de su familia, fue el cariño por Bolivia su leitmotiv, ese cariño fue el pequeño empujón (o el muy grande) que todos nosotros sentimos cuando las cosas no salen como uno quiere.

Y lo que menciono anteriormente se refleja en las varias veces que estuvo en la función pública. Ministro de Estado en el Despacho de Hacienda (desde agosto de 1998 a abril de 2000); Ministro de Energía e Hidrocarburos (agosto de 1991 a agosto de 1993); Subsecretario de Política Monetaria, Bancaria y Crediticia del Ministerio de Finanzas; presidente del Banco Central de Bolivia y presidente del Fondo Financiero de la Cuenca del Plata (FONPLATA). Son algunos de los cargos más importantes que le tocó desempeñar.

Tuvo también un destacado paso por el sector privado como presidente del Banco Solidario S.A, presidente de Asociación de Instituciones Financieras ASOFIN, Vicepresidente de Nacional Financiera Boliviana S.A.M. (NAFIBO S.A.M), Director de la Cervecería Boliviana Nacional, Director de la Fundación Bolinvest, Miembro del Consejo Directivo de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Vicepresidente del Directorio del Periódico Presencia, Presidente de la Bolsa Bancruz, , Moderador del Technical Advisory Group del Energy Sector Management Assistance Programme del Banco Mundial, Consejero de Energía de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y Consultor del Diálogo Nacional, entre otros. Dentro la actividad docente, fue catedrático de la Universidad Mayor de San Andrés en la Carrera de Ingeniería Industrial, en la Universidad Católica en la carrera de Administración y Economía, en la Maestría de Administración de Empresas en la Universidad Mayor de San Andrés y catedrático de Finanzas Internacionales en la Universidad Andina Simón Bolívar. Sin desmerecer que también fue miembro de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y Académico de Número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.

Pero cuando el Ing. debía dejar las actividades gerenciales, también supo trabajar duro en otra de sus pasiones, las estadísticas y el análisis económico. Tuve el privilegio de escribir con él uno de sus famosos Informes Confidenciales (de julio-agosto de 2003) y en él el Ing. insinúa que la búsqueda de los “datos de la realidad” nos llevará a tener evaluaciones más certeras. Transcribo su texto cuando opina sobre la posición de Manuel Cuedan:

“Es difícil vincular a Don Manuel Cuedan con la defensa de los modelos neoliberales y, menos aún, con el apoyo a las empresas multinacionales. Sin embargo, en sus declaraciones está implícito el reconocimiento de algo que todavía nos cuesta aceptar: que la economía de mercado y la globalización son datos de la realidad, con todas las implicaciones que ello conlleva.”

En este texto, el Ing. también refleja su claro entendimiento de una economía de mercado. Que dista mucho de ser aquella “entelequia antipobres” que muchos afirman que es. El Ing. Müller, al igual que muchos que nosotros, sabía que el mercado es una institución que garantiza la libre asociación de los seres humanos para lograr un bienestar mayor.

Pero también en estos días se le recordó al Ing. como uno de los principales artífices, junto al Ing. Hugo Peredo, de uno de los proyectos nacionales más importantes del siglo XX en nuestro país, el proyecto de exportación al Brasil. Mucho se escribió al respecto (y también lo hice en mi blog mmedinaceli.com) lo que aquí quiero destacar es otro de sus informes, del año 1992… sí 1992, donde menciona:

“Definido el precio inicial, era necesario establecer un mecanismo de ajuste y los parámetros a utilizarse.

a. Considerando que el precio inicial fue definido prácticamente en función del 50% de los precios de Fuel Oil de alto contenido de azufre y 50% de Fuel Oil de bajo contenido de azufre, que serían los combustibles desplazados, el precio inicial variaría en función de la evolución de los precios de una canasta de Fuel Oil:

*50% Fuel Oil de alto contenido de azufre «Cargoes Fob Med Basis Italy», 3.5% azufre.

*50% Fuel Oil de bajo contenido de azufre.

-25% «US Gulf Cost Waterborne» 1% de azufre.

-25% «Cargoes FOB NWE» de 1% azufre (Europa).”

Es claro entonces, que ya en el año 1992 se mencionaba que los precios de exportación del gas natural boliviano hacia el Brasil debían estar indexados a una canasta de fuel oil… es decir, a los precios internacionales del petróleo. Les invito a leer ese informe, es realmente revelador.

Y bueno ¿Qué significó el proyecto de exportación al Brasil? En sencillo, que gracias a éste Bolivia pasó del grupo de países de ingresos bajos (en el mundo) al grupo de países de ingresos medios. Estamos hablando de un quiebre histórico positivo en la economía boliviana. Todo ello gracias a la visión de personas bolivianas y brasileñas, presidentes de Estado, ministros, técnicos de YPFB, técnicos de PETROBRAS y muchas personas más, quienes sembraron entre 1974 y 1999 para que sus hijos puedan cosechar los jugosos frutos por todos conocidos.

Ing. Muller… quien se presentaba como Herbet Muller, haciendo caso omiso de la diéresis, siento que este artículo es una reseña muy pobre frente a todo lo que hizo usted. Sin embargo, fue hecho con mucho cariño, espero con el mismo cariño con el que usted me enseñó gran parte de lo que sé.

Adiós querido Maestro, mientras me quede vida seguiré defendiendo el proyecto que usted y muchos otros grandes profesionales y estadistas (políticos y no políticos) bolivianos sacaron adelante, el GSA Bolivia-Brasil.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

Lima, 12 de marzo de 2019.

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