La Construcción de una Realidad: El mercado del GLP

La Construcción de una Realidad: El mercado del GLP

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Claramente el título de este nuevo texto invita a un emocionante repaso de la literatura existente acerca de semejante concepto: nuestro entendimiento de la realidad. Puesto que el autor jamás se atrevería a nadar en aguas que no conoce profundamente, sólo me limitaré a contar una anécdota que, desde mi punto de vista, servirá como punto de partida para el tema que quiero presentar después.

Gracias a mi buen amigo Dave Daves, un compañero de trabajo Sudafricano, todos los días (a través de sus relatos y comentarios) descubro un país fascinante y lleno de problemas, como en todos nuestros países, sin embargo, es un relato familiar el que me llamó la atención profundamente. Dave tiene un hijo menor… Brendan quien a los 5 o 6 años de edad compartía la vida con un buen y mejor amigo. El asunto es que eran tan amigos que ambos insistieron en que sus papás se conozcan, naturalmente los papás accedieron y acordaron una amigable reunión. Cuando se presentaron las dos familias, Brendan le comentó a su amigo: «¡No me dijiste que tu papá es moreno!» Lo que naturalmente causó la risa de todos los papás y las mamás… resta decir que Sudáfrica está en un proceso de transición luego del Apartheid. Y así, queridas amigas y amigos, la inocencia de un par de niños me llama a la reflexión acerca de cómo creamos nuestra realidad, para Brendan su gran amigo era tal por su afinidad en los juegos y no así por el color de la piel.

La historia que acabo de contarles me dejó pensativo por muchos días, sobretodo porque quería contarla en este blog y, de alguna manera, relacionarla con algún aspecto del sector energético. Luego me di cuenta que justamente todos los días intentamos entender nuestra realidad y mi persona, a través de este espacio, pretende hacerlo a través de los números, las estadísticas y, cuando es posible, con algunos indicadores a nivel internacional. Es así que, en un afán por ayudar a construir nuestra realidad, paso a comentarles algunos indicadores muy entretenidos sobre el mercado del GLP.

Hace algún tiempo (ver Precios del GLP en el Mundo) realicé una comparación entre el precio del GLP y la riqueza per cápita en algunos países seleccionados. En ese texto presenté un gráfico como el que adjunto a continuación, en él verán que si ajustamos el precio del GLP por la riqueza de cada país, resulta que en Nicaragua (por ejemplo) la gente destina gran parte de dicha riqueza a la compra de este producto y, por otra parte, en Venezuela la gente destina un menor porcentaje de sus recursos cuando adquiere un poco de GLP. Boliviano al fin, destaco mi país con «verde» y veo que estamos, de izquierda a derecha, en el séptimo lugar… de los países seleccionados, naturalmente.  

Bien, hasta aquí nada nuevo. La siguiente pregunta que hice es: ¿Si estos resultados son ciertos, entonces podríamos esperar que la gente en Nicaragua (por ejemplo) consuma menos GLP? o ¿Que la gente en Venezuela consuma más? Por ello, acudí a la fantástica base de datos de OLADE (y… un poco de propaganda no hace mal). En ella el departamento de estadísticas de esta, ya tradicional, institución en Latinoamérica, ofrece un conjunto amplio de datos y estadísticas, de hecho invito a revisar la página donde pueden acceder a ella y otras publicaciones, ver link. Resta decir que OLADE es la única institución que representa, oficialmente, a los ministerios de energía de toda la región… por ello y como nos gusta decir a los Latinoamericanos «son datos oficiales».

Con la información disponible, estimé el consumo per cápita de GLP para los países del gráfico anterior… ¿Qué? Que intenté calcular cuánto GLP consume anualmente un Argentino, un Boliviano, un Peruano y así para todos los países; la gráfica que obtuve es fantástica y la adjunto a continuación. No les parece (como dicen los jóvenes) «alucinante» que Nicaragua y Venezuela se sitúen en ambos extremos? Es decir, si revisamos la gráfica anterior vemos que justamente en Nicaragua a la gente le «cuesta» más la compra de GLP y, quizás por ello, es el país que menos GLP consume; sorprendente (o coincidentemente) Bolivia se sitúa, nuevamente, en el séptimo lugar y, como cabría esperar, el consumo más alto se encuentra en Venezuela. Casi al concluir, en la última Figura vean qué elegante y linda línea de tendencia se forma entre ambas variables… en una palabra, fantástico!

Dicen, y no sin razón, que uno termina tomando la sopa que uno mismo la preparó muchos años atrás… creo que ello aplica al mercado del GLP. ¿Qué quiero decir con ello? Imaginemos que el presidente de un país no quiere «dañar» el bolsillo de las personas y decide subsidiar el consumo de GLP a través de precios bajos, la gente, ante esta política hace lo normal… consume más GLP (como ya lo vimos). Pasa el tiempo y la situación se hace inaguantable, la gente consume más y más GLP y el subsidio a este producto, cual bola de nieve, crece y crece. Luego llega el momento del ajuste y se «arma el lío», la gente de ese país, acostumbrada a consumir mucho GLP de pronto ve que ese producto se hace más caro, naturalmente se molesta y «comienza la batalla». A este fenómeno, los economistas llamamos «Ley de Demanda».

¿Qué hacer? Como pudimos ver en las gráficas, la gente tiende a ser eficiente, cuando el precio de un bien es relativamente caro tendemos a consumir menos y buscamos alternativas mejores… veamos a Nicaragua por ejemplo. Entonces quizás sea momento, en alguno de nuestros países, de parar el crecimiento de la «bola de nieve» que mencioné antes, no digo eliminarla… sino detener su crecimiento. ¿Cómo se traduce ello en lenguaje energético? Quizás sea momento de vincular los precios domésticos con la oportunidad internacional, sobre la base de un precio subsidiado… luego veremos cómo se disminuye el tamaño de esta bola de nieve, es decir, cómo eliminamos la brecha acumulada hasta ahora.

La vida, mi familia, mis profesores, amigas y amigos… en fin, de una u otra forma aprendo de todos ellos, desde Brendan hasta mi querida profesora de microeconomía Magda Lahore. Por ello, me siento feliz y afortunado de poder ver estos números y compartir con ustedes estos resultados. Creo firmemente que un correcto entendimiento de la realidad nos ayudará a construir un mejor lugar donde vivir. Hoy soy feliz!

Mauricio Medinaceli Monrroy

Kabul 28 de Abril, 2013

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