El viejo y querido “Tigre” en una columna de economía

El viejo y querido “Tigre” en una columna de economía

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Una de las mayores satisfacciones que encuentro en la vida es dar clases, no solo porque las preguntas de los estudiantes me ayudan a redescubrir la economía en cada una de ellas, sino también porque me permite ser parte de historias como la que relataré a continuación.

Hace algunos años un gran jugador de fútbol, Dany Ch., fue alumno mío. Con él y otros muchachos exploramos las sendas de lo que un colega amigo llamó la economía del realismo mágico y, que en jerga normal, se llama Economía del Bienestar.

Algún tiempo después, Dany Ch. me dijo que estaba con algunos problemas con su tesis, ya que no “lograba darle la vuelta a la política social en la ciudad de El Alto”, es decir, exploraba temas de tesis que no terminaban de convencerle. Lo noté desanimado.

Es ahí cuando le propuse aplicar la economía a otra de sus pasiones: el fútbol. Debo decir que la idea le entusiasmó muchísimo y por esta razón comenzamos a trabajar en un tema de tesis. Fue “mi cuchara” el que su tema esté relacionado con mi viejo y querido Tigre… el club The Strongest.

Decidimos entonces sembrar en las áridas arenas de la econometría y la microeconomía, una pequeña planta que le llamamos “demanda por entradas del club The Strongest”.

Pocas veces vi a un tesista trabajar con entusiasmo y alegría. Fui feliz al discutir con él los pequeños y grandes descubrimientos que hizo. Él diseño y ajustó el modelo por una sencilla razón: él fue parte de ese modelo. Fue lindo ver cómo materializaba en datos y estadísticas (que las recopiló “a puro pulmón”) algunos partidos que a él le tocó jugar. Creo no equivocarme al mencionar que el hacer su tesis fue, para Dany, una experiencia muy divertida.

¿Qué descubrió Dany? Ahora les cuento un poco.

Vio que cuando el Tigre ya no tiene opciones de alguna clasificación, la venta de entradas cae severamente, lo que parece obvio, pero Dany le puso un número a esta caída.

Analizó que cuando llueve o es fin de semana, ello no afecta mucho a la venta de entradas, lo que nos habla de que los resultados previos son importantes y vale la pena ir al estadio, así el “cielo se esté cayendo”.

Y uno de los resultados más lindos (pero que aún debe trabajarse un poco) es que los partidos con nuestro clásico rival tienen un impacto positivo. Sí, sé que es obvio. Pero me gusta enfocar este resultado de la siguiente manera: pese a la rivalidad en la cancha, el Tigre y el Bolívar son necesarios el uno al otro, ni más ni menos.

Esta historia tiene, creo yo, un final feliz. Dany jugó en equipos grandes bolivianos, en la selección de Bolivia, hizo su tesis de economía estudiando su pasión y ahora es un brillante profesional. Dany demostró a todas las nuevas generaciones que es posible un futuro bueno y divertido, es posible conjugar el fútbol con una profesión, es posible la excelencia, solo es cuestión de ponerle ganas.

Por su parte, la economía demostró, una vez más, que tiene los brazos abiertos a todos nosotros. Solo necesita que le tengamos un poco de paciencia con las mates, estadísticas y algunos “papers” difíciles. El resto es muy sencillo y muy humano.

Cuando los caminos de la vida parecen difíciles y no existe esa ansiada luz al final del túnel, será bueno recordar la historia de Dany, quien hizo algo poco ortodoxo y quizás terminó magullado atravesando las paredes de “lo clásico”, pero, estoy seguro, que salió fortalecido.

Gracias al fútbol que une pasiones, gracias a la economía que tiene sus puertas siempre abiertas y gracias a mi querido Tigre, por tanto.

Para terminar, quiero contarles que con mi Santi no nos perdemos ni un partido en el poderoso Hernando Siles. Por eso también, gracias querido Tigre.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz, agosto 18 de 2022

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