¿Financiamos crónica roja o una reserva natural?

¿Financiamos crónica roja o una reserva natural?

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Es que si ofrecida la demanda de la producción satisfecha no hago lo suficiente, entonces haré caer los sestercios en las cotizaciones”.

Frase de Obelix en la aventura “Obelix y compañía” de Goscinny y Uderzo. Asterix es un cómic de mi niñez que trata sobre la resistencia de un pueblo “galo” durante la ocupación romana. En este número en particular, los romanos diseñan una estrategia comercial para vencer al pueblo galo, generando presiones artificiales sobre la demanda de menhires (piedras de poco valor práctico), elevando los precios y creando clases económicas dentro el pueblo. La historia termina, como es usual, con un banquete en el pequeño pueblo y los romanos “todo golpeados”.

¿Por qué comienzo con un cómic de mi niñez? De hecho, con la confusa frase de Obelix sobre oferta, demanda y cotizaciones. Porque muchas veces vi que sucede esto con la economía. Antes de una clase o cuando los amigos departen una comida, todo es gozo, todo es alegría, hasta que alguien (con fingido tono de gravedad) habla sobre la oferta y demanda. Ese alguien explica el movimiento de mercado y todos (muchas veces yo incluido) solo escuchamos algo muy parecido a lo que dijo Obelix.

Por este motivo, quisiera contarle qué es esto de la “demanda” y el porqué, según mi perspectiva, está asociada a la expresión “el mercado no tiene moral”.

Cuando comienzo una clase, generalmente hago la siguiente pregunta: “¿qué entienden por demanda?”. Las respuestas usuales: es el precio de compra, las compras de las personas, lo que las personas quieren, cuánta cantidad compran las personas, etc. Acto seguido invito a los participantes (así como también le invito a usted) al siguiente ejercicio mental: ¿cuánto estaría dispuesto a pagar en este momento por un chocolate? Algunos responderán cero, otros dirán Bs 10 y otros, a quienes les encanta (como a mí), Bs 50. Lo cierto es que cada uno de nosotros tiene una distinta disponibilidad a pagar por el mismo chocolate, entonces, si ordenamos estos números de mayor a menor… voilà, tenemos la demanda por chocolates. Tan simple como ello, la demanda mide nuestra disponibilidad a pagar por algo, ese “algo” es un bien o servicio.

Hasta aquí, nada nuevo y muy probable, igual de aburrido a la expresión de Obelix. Vamos por la candela.

¿Por qué es más sencillo vender crónica roja que conseguir dinero para financiar una reserva natural? Porque, entre otras cosas, muchas personas están dispuestas a pagar por noticias asociadas a la crónica roja y muy pocas están dispuestas a pagar por el cuidado de la reserva natural. En términos de Obelix… digo, en términos económicos, la demanda por crónica roja es mayor a la demanda por una reserva natural.

De esta manera, podríamos decir que gran parte de los bienes y servicios que se producen en una economía (ciertamente no todos) surgen porque hay un grupo de personas que están dispuestas a pagar por ellos, es decir, muchas personas desean cubrir sus costos de producción.

Se producen chocolates, porque muchas personas están dispuestas pagar por el consumo de chocolates. Se producen partidos de fútbol, porque muchas personas desean pagar por ver al equipo de sus amores. Se producen costosas prendas de vestir porque muchas personas quieren pagar por ello. Se tiene un mercado negro de órganos humanos porque muchas… ehhh, como diría el Santi, alto ahí. Este mercado negro está prohibido, dirán muchos, lo que no quiere decir que no exista, porque hay personas dispuestas a pagar por esto, dirá Obelix. Es decir, “hay mercado”. Por ello, la frase “el mercado no tiene moral” es tan utilizada.

Hay mercados negros, como el que acabo de señalar, donde es muy sencillo trazar la línea; pero hay otros donde la cosa es más difícil. Si muchas personas están dispuestas a pagar por un bien o servicio que quizás no guste a otras. ¿Debiéramos prohibir su consumo? ¿Quién debería hacerlo? ¿Un burócrata del Estado? ¿Una Policía moral?

Quisiera terminar este post con algo positivo como: “si las personas están dispuestas a pagar por un bien o servicio, entonces bienvenido este dinero, porque las personas saben lo que quieren”. Sin embargo, no se imaginan lo manipulables que somos todos nosotros ¿recuerda usted que hace muchos años nos vendieron piedras? Ijchu le llamaron.

No lo olvide, cuando se habla de la demanda, lo que muchas veces está detrás de este concepto es la moral de las personas y de lo que esta moral nos “obliga” a comprar o no hacerlo. Crónica roja vs. cuidado de la reserva natural.

S. Mauricio Medinaceli Monrroy

La Paz, octubre 13 de 2022

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